¡Coroj!- dice cada 30 segundos.
“El viejo fumando”- otra oración.
¡Este vale coroj!- repite, bis bis.
El relojito Camilo pone su voz cada vez más ronca, áspera,
Como la planta de un perro callejero,
Empiezan los zumbidos y sus interpelaciones bruscas,
(Grrrr), aparecen garabatos,
Incoherencias que terminan en una imagen incompleta.
Me deja esperando.
Agarra todo lo que ocurre a su alrededor,
Por ahí es donde de verdad pasan sus difamaciones,
Hago el esfuerzo, tiempo y contemplación,
Lo entiendo, creo.
Residuos de aseveraciones esperables por mí,
Y por el sillón o la silla que son los de siempre,
Fieles contigo,
Me siento, te entiendo por tus amigos.
Sus ojos desorbitados en un constante e infinito balbuceo
De ideas locas,
Descarriadas en impertinentes lúdicos improperios desapercibidos,
Ya acostumbrados a la escena,
Pasamos, escuchamos,
Ni nos inmutamos,
-“Quiso decir carajo”- dice alguien de la familia,
Y todos opinan, recuerdan,
Queriendo creer saber expresar lo inexpresable,
Por camilo dependiente al ir al baño,
Para comer, mejor dicho para ser,
Ser predecible, abordable, loable,
Conductualmente regular,
No, no ocupare normal,
Por que normalmente lo fue,
Y por paciencia lo es,
No por el, por algunos,
A veces.
Normal, ¿normales?,
Mejor quizás, usual, usuales,
Deja respirar más a la diversidad del detalle,
Ser distintos,
Los desiguales con los desiguales,
¿Dónde esta lo anormal?
¿En que ellos son los anormales?
¿Normal en caminar socialmente como pares?
Camilo distinto,
Reproducible para nosotros con dedicación,
Tus padres.
Días y noches interrumpidas por un accidente cromosómico,
Que te enfrenta con la realidad,
Te levantas, lo sientas,
Esperas los que haceres, acostarse,
O te quedas pensando…
Que importa lo que pase.
¡Las pastillas!, ¿comió?, se hizo, vomito.
Mierda.
Aguante, coraje, sacrificio,
Y una vida entera para el,
La sangre tira,
Y verlo hoy es por entrega,
Valor, valores.
Si es complicado asimilarlo de afuera,
Imagínate caminar con tremenda responsabilidad,
Camilo no tuvo, no tiene la culpa, ¿de que?
Sueño interrumpido y a dar cucharadas,
Más aun, una voluntad arrastrada, ¿Por qué?
Amor.
Amor, eso es,
Y camilo repite de nuevo “coroj”,
Y camilo no para de hablar, gruñir, chillar,
Son graciosas sus formas,
Sonríe tan burlesque y de sopetón,
Vuelve el lorito parlanchín.
Nostalgia.
Camilo se quedo parado en la ducha helada,
No hay tiempo,
Camilo mojado,
Camilo secado,
Ahora calentito.
De nuevo nostalgia.
¿Camilo en que piensas?
Camilo ayudaba a ordenar la ropa como planchándola,
Camilo iba al colegio,
Camilo me cuentan.
¿Camilo en que piensas?
Estoy al frente tuyo
Y sigues como si nada,
Hablando, atrapado en ideas, momentos, frases,
Siempre y siempre las mismas,
La única razón que atiende,
Es la mano de quien le da de comer,
Que lo acuesta o lo sienta,
Y dentro de esa marejada de cosas en su mente,
Deja un espacio; cede,
Como que cuesta camilo.
Camilo no se en que piensas.
Conciencia debes,
Recuerdos formateados, heridos, insuficientes,
Camilo a los pájaros le temes,
¿Recuerdas?
Camilo ve una paloma,
Se asusta,
Camilo inquieto,
Su madre lo calma,
Para de agitarse de apoco,
La recuerda también.
Camilo aun camilo,
Quizás con menos noción,
Camilo tu mismo camilo.
29/03/2010
Cita: «La Loba» – Alfonsina Storni
Hace 8 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario